Las pruebas a usar de forma preferente para la detección precoz de la fragilidad son la Batería Corta de Desempeño Físico o Short Physical Performance Battery (SPPB) y la Velocidad de la marcha sobre 4 metros, de las que ya hablamos en un artículo anterior. Otras opciones son la Prueba levántate y anda cronometrada o Timed Up and Go (TUG) y la Escala FRAIL.
Existe una tendencia a emplear pruebas de ejecución objetivas para valorar la capacidad funcional, que está íntimamente ligada con la fragilidad. Son breves, sencillas, con una mayor reproducibilidad y una menor influencia del estado cognitivo, lenguaje, idioma o nivel cultural. La Escala FRAIL es una alternativa a estas pruebas de ejecución objetivas.