La artrosis de cadera y rodilla son dos de las principales causas de discapacidad, estimándose que la artrosis de rodilla afecta a 250 millones de personas en el mundo.
Junto con el dolor y la discapacidad causados por la artrosis, hasta 2 de 3 personas con artrosis de cadera y rodilla tienen también otra enfermedad crónica, como enfermedad cardiovascular, diabetes tipo 2 o depresión.
Contando con que se espera un incremento en la prevalencia de la artrosis y otras afecciones crónicas en el futuro, son muy necesarias las estrategias de prevención y tratamiento que son capaces de abordar más de un trastorno a la vez.
El ejercicio terapéutico es parte de la solución a la futura epidemia de enfermedades crónicas
Evidencia convincente apoya la seguridad y los efectos del ejercicio terapéutico como tratamiento de la artrosis de cadera y rodilla. Es al menos tan efectivo como los antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) y 2-3 veces más efectivo que el acetaminofén (paracetamol) en la reducción del dolor en la artrosis de rodilla. Cabe destacar que el ejercicio terapéutico es seguro y no está asociado con el mismo riesgo de daño que los AINEs y el acetaminofén.

Aparte de para la artrosis, el ejercicio terapéutico es también efectivo como tratamiento de al menos otras 25 enfermedades crónicas como enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2 y depresión. Además, la actividad física puede ayudar a prevenir 35 enfermedades crónicas. Además de las nombradas arriba, otras enfermedades destacables incluyen algunos tipos de cáncer, infarto y demencia. Por lo tanto, el ejercicio terapéutico y la actividad física en general son una parte obvia de la solución a la futura epidemia de enfermedades crónicas.
Importancia de la individualización del ejercicio terapéutico
Como la gente con artrosis de cadera y rodilla tienen a menudo otras enfermedades, esto debe tenerse en cuenta al individualizar el programa de ejercicio terapéutico para maximizar la capacidad de abordar no solo los síntomas y limitaciones relacionados con la artrosis, sino también los síntomas y limitaciones relacionados con las otras enfermedades.
Varias enfermedades crónicas como las enfermedades cardiovasculares, la diabetes tipo 2, la demencia y la artrosis están asociadas con inflamación crónica de bajo grado. El efecto antiinflamatorio de la actividad física y el ejercicio terapéutico podría servir como un mecanismo de trabajo detrás los efectos relacionados con la prevención y tratamiento en las diferentes enfermedades crónicas.
En definitiva, promocionando y apoyando que personas con artrosis y otras enfermedades crónicas sean más activas físicamente junto con la participación en ejercicio terapéutico estructurado, orientado según las necesidades y preferencias del individuo, es crucial para abordar la futura epidemia de enfermedades crónicas.
La información de este artículo presenta evidencia actual de actividad física y ejercicio como prevención y tratamiento de la artrosis de cadera y rodilla y otras enfermedades crónicas recientemente resumidas en un *artículo de la Journal of Ortopaedic & Sports Physical Therapy.
Puedes leer la primera parte de esta colaboración en 7 recomendaciones de cómo usar el ejercicio para la artrosis.
Este artículo ha sido realizado por Søren T. Skou con la colaboración de Christian Barton y puedes ver la versión inglesa aquí.