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Síndrome de la cintilla iliotibial: causas

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Es muy difícil hablar de este tema porque el síndrome de la cintilla iliotibial y sus síntomas son todavía un poco deconocido. Como te dije en una entrada anterior, hay estudios que dicen que la causa es la fricción entre la cintilla iliotibial y la estructura subyacente (hueso o bursa), cuando la rodilla se flexiona (dobla) y se extiende (endereza) y hay otro estudio que dice que no existe esa fricción y lo que ocurre es que la cintilla iliotibial comprime la bolsa con líquido (bursa) que tiene debajo, lo que causa el dolor.

A partir de ahora voy a basar esta entrada en el estudio más reciente, el que habla sobre el hecho de que la cintilla iliotibial tiene movimiento anteroposterior (adelante y atrás) lo que hace que la fricción pueda ser la causa de esta lesión.

Las causas del síndrome de la cintilla iliotibial pueden ser de naturaleza variada. Estas causas están relacionadas con el entrenamiento de tu disciplina deportiva, el material que utilizas, factores anatómicos y factores biomecánicos:

1. Entrenamiento erróneo y material defectuoso:

  • Incremento de la actividad demasiado rápido.

Este incremento debe ser poco a poco, no entrener como si tuvieras que correr un maratón en tres días. Tampoco vuelvas a correr tras un alesión tanto como solías hacerlo antes de lesionarte. Tu cuerpo tiene que acostumbrarse al ejercicio poco a poco. Me refiero tanto a la frecuencia como a la intensidad. Los días de descanso son muy importantes ya que tienes que dejar que tu cuerpo se recupere del ejercicio. Recuerda que el síndrome de la cintilla iliotibial es una lesión por sobreuso.

Así que si te pasas, sorpresa, el síndrome de la cintilla iliotibial te hace una visita. Como dato de interés  se piensa que si corres rápido y en terreno llano, la probabilidad de lesionarte o agravar la lesión es más baja. Esto es debido a que el grado de flexión de rodilla no es en el que se produce la fricción de la cintilla iliotibial. Puedes leerlo en Biomechanics of iliotibial band friction syndrome in runners de Orchard JW y col.

  • Pobre técnica de carrera.

Si te paras a pensar se puede llegar a la conclusión de que si cruzar las piernas al correr (tu pierna sobrepasa la línea media de tu cuerpo) estresaría mucho la cintilla iliotibial, ya que está en constante estiramiento.

  • Correr en cuesta, sobre todo cuesta abajo.

Es demasiado esfuerzo para las piernas si no están acostumbradas. El momento en el que la cintilla iliotibial sufre más es en la fase de apoyo (cuando el pie entra en contacto con el suelo), cuando la rodilla está flexionada 30 grados. Por eso, como dice Biomechanics of iliotibial band friction syndrome in runners de Orchard JW y col., la cintilla sufre más al ir cuesta abajo.

  • Músculos de la cadera débiles.

En el estudio Iliotibial band syndrome in runners: innovations in treatment de Fredericson M y col. se puede leer que la debilidad del músculo glúteo medio podría estar relacionado con el síndrome de la cintilla iliotibial. Músculos laterales de la cadera débiles llevan a una disminución de la capacidad para estabilizar la pelvis y, por lo tanto, más estrés en la cintilla iliotibial.

Para no perder las buenas costumbres, hay un estudio reciente, The biomechanical variables involved in the aetiology of iliotibial band syndrome in distance runners – A systematic review of the literature de Louw M y col., que dice que no está claro que la debilidad muscular guarde relación con esta lesión. Esto es sólo para molestar un poco.

  • Correr siempre en la misma dirección en una pista de atletismo.

Como se puede leer en el estudio mencionado anteriormente.

  • Calzado inapropiado.

Zapatillas viejas pueden causar alteraciones en la pisada (por ejemplo, excesiva pronación) que transfiere una gran cantidad de estrés hacia la rodilla y la cadera.

  • Correr siempre por el mismo lado de la carretera.

Si siempre se corre en el mismo lado de la carretera, sería como tener una pierna más larga que la otra debido al desnivel para la lluvia. La pelvis caería en un lado, causando tensión en la cintilla iliotibial.

  • Pobre flexibilidad.

Algunos piensan que una pobre flexibilidad del tensor de la fascia lata, la cintilla, glúteo mayor, flexores de cadera y básicamente todos los músculos que guardan relación con la rodilla podría ser la causa de padecer el síndrome de la cintilla iliotibial. No hay evidencia científica de peso que apoye esto, aunque normalmente es tenido bastante en cuenta por los profesionales de la salud. Además, son muchas las personas con buena flexibilidad que padecen esta lesión. 

He visto esta lesión también en personas que hacen «squats» con peso excesivo y de manera incorrecta.

2. Factores anatómicos y biomecánicos:

Si el pie cae hacia dentro cuando corres (frecuente en gente con pies planos),  la pierna rotará hacia dentro y lo mismo ocurre con la rodilla, lo que aumenta las posibilidades de fricción de la cintilla.

  • Rotación interna de rodilla (tibia rotada hacia dentro) asociada a mayor ángulo de aducción de cadera (muslo hacia dentro).
  • El pie cavo (arco del pie alto).

Pies con arcos altos tienen una capacidad limitada para absorber el impacto, pudiendo causar más estrés en la rodilla.

  • La diferencia en la longitud de las piernas.

Podría ser  otra causa por la razón que expliqué anteriormente.

  • Genu valgo (rodilla hacia dentro) o genu varo (piernas arqueadas).

Ambos estresan la cintilla iliotibial.

Otros factores biomecánicos que se han relacionado con el síndrome de la cintilla iliotibial son: relación H:Q (del inglés «hamstring : cuádriceps», isquiotibiales : cuádriceps en español [fuerza muscular de los isquitibiales en comparación con la fuerza del cuádriceps del mismo lado]) y genu recurvatum (hiperextensión de la rodilla). Se puede leer en el estudio A Prospective Study of Overuse Knee Injuries Among Female Athletes With Muscle Imbalances and Structural Abnormalities de Michelle R. Devan y col.

En ciclismo, los siguientes diferentes factores parecen jugar un papel como detonante o  agravante del síndrome de la cintilla iliotibial, como se puede leer en Force and repetition in cycling: possible implications for iliotibial band friction syndrome de Farrell KC y col.: la posición incorrecta del sillín de la bicicleta (asiento demasiado alto), diferencias anatómicas y errores en el entrenamiento como puede ser que los pies miren hacia dentro al pedalear.

Aquí os dejo más estudios, para el que quiera profundizar en algunas de las causas de las que no he dado gran detalle o en las que no he dejado referencias previamente: The biomechanical variables involved in the aetiology of iliotibial band syndrome in distance runners – A systematic review of the literature de Louw M y col., Evidence Based Treatment for Iliotibial Band Friction Syndrome de Josua Dubin, Rearfoot-forefoot orientation and traumatic risk for runners de Busseuil C y col.

Si quieres ver todo lo que se explica en esta entrada en un simple vistazo, aquí te dejo un vídeo resumen:

Foto del autor

Jorge Rodríguez

Fisioterapeuta, Máster en Digital Health (cum laude) en Tallinn University of Technology, Miembro del Health and Care Professions Council (HCPC), Experto en Ejercicio Terapéutico y Experto en Redes Sociales. Creador y editor de lafisioterapia.net y FisioComunidad. Apasionado de la divulgación en Fisioterapia y la promoción de la salud, con especial interés en las herramientas digitales como vía para la mejora de la calidad de vida.

2 comentarios en «Síndrome de la cintilla iliotibial: causas»

  1. Tengo 47 y padecí el síndrome hace 20 años. Comenzó con un dolor exquisito en un punto lateral de la pierna izquierda. Primero a los 45 ‘ del trote. Luego a los 30, luego a los 20, 15, y así hasta llegar a no poder pisar al día siguiente del entrenamiento. Paré de entrenar. Conocí lo que es la tristeza x una lesión. Sobrepeso! Bajón. Consulta, diagnóstico y tratamiento. En la Rx de rodilla frente, aparecía claramente una muesca lateral en la tibia! A pesar del hielo, aines, corticoides, fisioterapia y elongación de la cintilla, estuve parada año y medio. Cada vez que comenzaba a entrenar (como que se calentaba el hueso x frotación), se repetía el ciclo descripto anteriormente. Como terminó? Un día cualquiera, años después, comencé x trotar de a poco, con hielo, antiinflamatorios y elongación tras cada salida. Al principio molestaba un poco, pero hoy creo que lo que me dolía era el miedo a que se repitiera. Desde hace 5 años, ni del hielo me acuerdo!

    • Hola Silvina, muchas gracias por tu aportación. Es un bonito ejemplo de superación y final feliz. Llevas razón, el factor psicológico juega un papel muy importante en las lesiones. Me alegro mucho de que ahora puedas correr y todo te vaya bien. Un saludo y gracias por seguir mi blog.

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