Hay cosas de las que uno no duda ni un segundo en toda su vida, probablemente por la cantidad de veces que las ha escuchado, dichas por diferentes personas. «Ponte derecho que te va a doler el cuello», «tu dolor de cuello se debe a una mala postura», «no me extraña que te duela el cuello, estás siempre encorvado». En los últimos tiempos esto se ha convertido en «la postura que tienes mirando el móvil es malísima para el cuello», «los pokemons te hacen andar pero te destrozan el cuello», «el peso de la cabeza que tiene que soportar el cuello se multiplica», «tienes el cuello tortuga, dolor de cuello seguro», etc. En esta entrada te voy a sorprender con la información que te voy a mostrar. Así que prepara esas neuronas.
dolor de cuello
No es educación, es buena educación
Son muchos los años que nos hemos dedicado a explicarle a los pacientes todo lo que concierne a la anatomía, biomecánica, fisiología, etc. de sus lesiones. Somos muchos los que nos llenamos la boca diciendo que la educación del paciente es lo más importante. En esta entrada voy a dar una vuelta de tuerca al tema y te voy a contar algo de gran interés y que se acerca más a la realidad de nuestros días, apoyando así la educación del paciente, pero en lo que realmente importa.
Cuándo preocuparte por un dolor cervical
Al igual que hice con el dolor lumbar hace unos meses, hoy te voy a hablar de cuándo deberías preocuparte cuando tienes un dolor cervical. La tendencia es a que todos nos preocupemos mucho y muy pronto y la realidad es que son pocos los casos en los que dicha preocupación está justificada. Sí, el dolor cervical puede ser bastante molesto y limitante, ya que te va a influir en tu vida diaria… dificultad para conducir, para estar sentado durante largos periodos de tiempo, para hacer las tareas del hogar, etc. Pero esto no significa que sea un problema por el que debas alarmarte, de hecho, si esto ocurriera, influiría negativamente en tu dolor cervical.