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Ser discapacitado, ser afortunado

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Hace un tiempo le pregunté a Zoltán Balogh, paratriatleta húngaro residente en el Reino Unido y uno de mis pacientes (a estas alturas le considero un amigo), que escribiera un artículo para mi blog. Quería tener esta entrada en mi blog porque creo que Zoltán es un ejemplo a seguir y uno de esos tipos a admirar.

Además, tengo que decir que, en mi opinión, esta es sin duda una de las mejores entradas de este blog. Creo que este es el momento adecuado para publicar este artículo, para desearle la mejor de las suertes en su nueva vida, Zoltán se nos casa con una gran mujer del precioso Oxford.

Y sus palabras dicen así …

… Cuando Jorge me preguntó si me gustaría escribir un artículo invitado para su blog, asentí inmediatamente. Me resulta difícil decir que no, Jorge me ayudó mucho con las lesiones que se me presentaron antes del Campeonato del Mundo de Paratriatlón en Londres en 2013, especialmente una tendinopatía aquílea.

Zoltán Balogh en la bici por ZalemOti

Tenía que darme cuenta sin embargo, que la redacción de este artículo no es fácil por haber nacido con una discapacidad, sinceramente me resulta difícil verme a mí mismo como una persona con discapacidad y no sé si el movimiento en general es más difícil para mí, en comparación con un «individuo capaz».

Generalmente, si soy honesto, me siento afortunado de no tener mi mano izquierda. Esto me enseñó a manejar las burlas cuando era un niño, funcionó como un filtro social y también me enseñó a manejar la presión y el ser el centro de atención desde los inicios de mi vida. Como tengo unos padres maravillosos e inspiradores, ser discapacitado también significaba querer mostrarle al mundo que soy «normal» y que puedo realizar cosas fácilmente como las haría cualquier persona, y por encima de la media. En lo que a mi concierne, la imagen de uno mismo es la que determina si el individuo es realmente discapacitado.

Hay muchas otras ventajas que acompañan al hecho de ser discapacitado. Digamos que voy a una entrevista de trabajo. Está garantizado que a pesar de entrevistar a decenas de candidatos, cada evaluador se acordará de mí y mi entrevista vívidamente. Además, en mi experiencia, la gente en general es más positiva hacia las personas con discapacidad y creo que me dan, muchas veces, mayor reconocimiento, a menudo injustamente (por ejemplo en la entrevista de trabajo ficticia de arriba), ya que la gente se sorprende incluso con cosas tan simples como atarme  los cordones de los zapatos.

Mi situación de discapacidad también significó que tuviera contacto con el mundo del deporte a la temprana edad de 3 años. A mis padres les aconsejaron que me llevaran a clases de natación con el fin de asegurarse de que ambos lados de mi parte superior del cuerpo se desarrollaban de forma natural y equilibrada. Empecé a nadar en un equipo de natación especial para discapacitados donde el entrenador nos exigía mucho a todos y esto ​​nos hizo llegar a hacer cosas extraordinarias (como montar en bicicleta con una discapacidad o participar en eventos de natación en aguas abiertas) y hacer que se vieran como una normalidad.

Dado que estuve involucrado en ejercicio regular como parte de un equipo deportivo, en el momento en que llegué a la escuela (que es a los 6 años en Hungría), yo era uno de los que mejores resultados obtenía en las clases de educación física. A menudo me seleccionaban para el equipo de fútbol de la clase o tomaba parte en carreras representando a mi escuela.

Mientras tanto, en el equipo de natación, a estas alturas estaba involucrado en competiciones de natación para discapacitados y pronto hice un par de competiciones de triatlón también.

Zoltán Balogh listo para nadar, por Marco Bardella

Estaba simplemente totalmente inmerso en el mundo del deporte y más tarde, en incluso más actividades al aire libre, simplemente porque mi discapacidad obligó a mis padres a hacer un sacrificio y llevarme a nadar.

Sin embargo, recuerdo que tomé la decisión de no tratar de hacer carrera en el deporte (ya que los deportes para discapacitados no proporcionan un ingreso sostenible en mi país, Hungría) y seguí el consejo de mis padres y traté de centrarme más en mis estudios. Ellos argumentaban que la educación tiene beneficios a largo plazo y yo estaba de acuerdo.

Así que comencé a participar en triatlón únicamente después de completar mis estudios universitarios. Necesitaba un nuevo desafío y escogí el que yo consideraba por aquel entonces como uno de los mayores retos en el deporte: ¡completar un Ironman! Fue entonces cuando me di cuenta de que puedo compaginar el mundo del triatlón internacional con mi carrera profesional sin comprometer seriamente esta última.

El deporte internacional para discapacitados es tan competitivo como su contraparte sin discapacidad, así que con el fin de ser exitoso, tuve que aprender mucho sobre el movimiento. Tuve que aprender a escuchar a mi cuerpo y a encontrar la forma de superar las limitaciones de mi discapacidad en los niveles más altos de mi disciplina deportiva.

Aquí termina una parte de la historia de la vida de Zoltán Balogh. Con esta entrada quería mostrarte que todo es posible con esfuerzo y dedicación y todo depende del ángulo en el que se mire. En un futuro próximo, tendré la suerte de que Zoltán vuelva a colaborar en este blog para explicarnos aspectos a tener en consideración en el mundo del paratriatlón. Estoy seguro de que todos nos beneficiaremos de las palabras de una persona que ha sido capaz de llegar a la élite de su deporte (fue octavo del mundo en el Campeonato del Mundo de 2013 y yo tuve la suerte de estar allí animándole) con determinación y mucho trabajo. Además, esto no quita que tenga una exitosa carrera profesional trabajando para la empresa americana IBM, en el sur de Inglaterra.

Por último, te dejo unas palabras de esta entrada (en su versión original, en inglés) que creo que nos deberíamos aplicar todos y que me han tocado muy adentro:

As far as I can see it’s one’s self image that determines if the individual is actually disabled.

– Zoltán Balogh

Espero que esta entrada te haya parecido interesante y las palabras de Zoltán ayuden a muchos que viven una situación similar a la suya.

Foto de cabecera de Marco Bardella.

Foto del autor

Jorge Rodríguez

Fisioterapeuta, Máster en Digital Health (cum laude) en Tallinn University of Technology, Miembro del Health and Care Professions Council (HCPC), Experto en Ejercicio Terapéutico y Experto en Redes Sociales. Creador y editor de lafisioterapia.net y FisioComunidad. Apasionado de la divulgación en Fisioterapia y la promoción de la salud, con especial interés en las herramientas digitales como vía para la mejora de la calidad de vida.