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El ejercicio no es dañino para la artrosis de rodilla

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Muchos pacientes que veo han recibido malos consejos que empeoran su dolor, no lo mejoran. Helen, una contable de 60 años es un ejemplo perfecto.

Me dolió en el alma cuando Helen me contó su historia hace un año. Dos años antes, se había caído en el trabajo y se había fracturado la rótula. Después de dos meses con una férula, la rótula se había curado, genial.

Helen intentó volver a hacer ejercicio, pero aún le dolía la rodilla. Una resonancia magnética solicitada por un especialista mostró que Helen tenía artrosis de rodilla. Los médicos y especialistas le dijeron que el ejercicio doloroso dañaría más su rodilla, tenía que tener cuidado. En un par de años, Helen necesitaría una prótesis de rodilla.

Helen, en el momento en que la vi, hacía muy poca actividad física, había engordado 12 kg y estaba deprimida. Antes de la lesión, Helen solía correr, boxear y hacer paddle board regularmente. Decidió sentarse en el sofá comiendo chocolate, con miedo a que su rodilla se dañase cada vez más.

Los consejos inapropiados son comunes

Se suelen dar consejos sobre descanso y cómo evitar el dolor a personas con dolor de rodilla y otras articulaciones. Estos consejos a menudo son incorrectos y dañinos. La inactividad y el descanso empeoran el dolor y la artrosis, no lo mejoran a largo plazo. Nuestras articulaciones necesitan movimiento y ejercicio para estimular la reparación y mantenerse fuertes. Existe evidencia indiscutible de que mantenerse activo y hacer ejercicio regularmente es seguro y ayuda a mejorar el dolor y la calidad de vida de las personas. Esto es cierto para la artrosis de rodilla, el dolor lumbar y casi cualquier otra condición dolorosa que veo regularmente como fisioterapeuta.

Educar a las personas con dolor es esencial

Educar a Helen sobre la importancia del ejercicio y disipar los mitos comunes es un gran desafío al que a menudo me enfrento. Ella necesitaba hacer ejercicio para reducir su dolor y mejorar su salud y bienestar.

Helen me hizo una pregunta común e importante… «¿qué pasa con el dolor y el daño asociado?» Le expliqué que el dolor y el daño que se encuentran en resonancias magnéticas o radiografías no tienen por qué estar relacionados. El dolor es en realidad la respuesta de nuestro cerebro a una amenaza percibida, que nos motiva a ser protectores. Uno de los mayores problemas que vemos en personas con dolor de larga duración como Helen, es que factores no relacionados con daño comienzan a aumentar esta amenaza percibida.

La comprensión moderna de la neurociencia del dolor nos dice que el dolor está influenciado por el miedo, la ansiedad, el estrés, los cambios de humor y el descanso pobre. Todos estos factores contribuyeron al dolor de Helen. Como resultado, se había vuelto demasiado protectora.

Si a alguien le dicen que su articulación está dañada y «desgastada» como fue el caso de Helen, comienza a tener miedo a hacer ejercicio. Esto significa que movimientos simples como levantarse de una silla y caminar comienzan a doler, a pesar de que hay muy poco estrés en la articulación, y ciertamente no se produce ningún daño. Pero Helen se había vuelto completamente discapacitada por el miedo, dejó de hacer ejercicio y su estado había empeorado muy mucho. Tuvimos que ponerla en movimiento.

Helen no está sola

La artrosis afecta a 2.2 millones de australianos. La artrosis le cuesta a nuestro sistema de salud 2.1 mil millones de dólares al año, principalmente debido a intervenciones quirúrgicas, como las prótesis articulares. Esta cirugía ayuda a ciertas personas, pero en la mayoría (2/3) de los casos, la realización de un programa de ejercicios, supervisado por un fisioterapeuta, retrasará la necesidad de prótesis en al menos dos años. Algunas personas nunca necesitarán cirugía si se mantienen activas.

Un gran problema que tenemos en Australia es que a muchas personas se les dice que descansen cuando tienen dolor, en lugar de mantenerse activas. Una gran base de datos de medicina general nos dice que menos del 4 por ciento de las personas con artrosis de rodilla, que buscan atención sanitaria, son derivadas para recibir ayuda a través del ejercicio. Con más frecuencia se les alienta a que tomen analgésicos, que no ayudan a largo plazo, o son derivados al cirujano. Con frecuencia, las personas terminan siendo menos activas, se deprimen, aumentan de peso y aumenta el riesgo de padecer otras enfermedades crónicas como las enfermedades cardíacas y la diabetes. El ejercicio y la actividad física regular son esenciales para la artrosis, y también la clave para tratar estas afecciones.

¿Dónde está Helen ahora?

Hablé con Helen hace dos semanas, aproximadamente un año después de la primera vez que la vi. Esa mañana ella había completado ejercicios de fortalecimiento de piernas, ejercicios de saltar y una carrera de 1.5 km. Su viaje no fue fácil.

Después de nuestra primera larga charla sobre dolor y ejercicio, ella comenzó con algunos ejercicios en casa, y luego completó un programa de ejercicio grupal de 6 semanas supervisado por un fisioterapeuta. Con mayor confianza, se apuntó a un gimnasio y comenzó a recuperar su vida. Ha estado haciendo ejercicio al menos dos o tres veces por semana desde entones. Una de las cosas que más disfrutaba era jugar al baloncesto uno contra uno con su hijo otra vez. Su sonrisa cuando me dijo esto era increíblemente edificante y es la razón por la que amo lo que hago.

El artículo en su versión inglesa lo puedes leer en SBS aquí.

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Christian Barton

Christian Barton es Doctor en Fisioterapia e investigador interesado en biomecánica, lesiones en corredores, patología de rodilla y tendinopatías. Forma parte de La Trobe Sport and Exercise Medicine Research Centre de Melburne y ha realizado más de 40 publicaciones en revistas de Medicina del Deporte, Rehabilitación y Biomecánica.

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